Nabonswendé

En julio de 2010, tras años de sequías, Nabonswendé fue testigo de cómo unas terribles inundaciones arrasaron las cosechas, los graneros e incluso el ganado. La familia de Nabonswendé tuvo que refugiarse en la escuela, ya que también su casa había sido destruida. Estuvo a punto de abandonar su vida de campesino, de ser una de las miles de personas forzadas a huir a la capital de Burkina Faso o a trabajar en la minas de oro de la región.

La crisis climática, que en esta zona se manifiesta con largos periodos de sequía y lluvias erráticas, se suma a la inseguridad provocada por el aumento de grupos armados y la violencia intracomunitaria.

En este contexto, Nabonswendé creó junto a otros campesinos un sistema de alertas radiofónicas climáticas. Facilitan información meteorológica para que la población pueda decidir cuándo es el mejor momento para sembrar, qué tipo de semilla es la más adecuada y también para estar preparados ante la llegada de inundaciones o fuertes lluvias.

Nabonswendé es uno de los promotores de este sistema de alerta climatológica, vive en la comunidad de Wapassi y tiene 34 años. El campesino recuerda que cuando era pequeño llovía mucho con regularidad y nunca de forma violenta, por lo que sus cosechas llegaban a madurar sin estropearse. Pero las lluvias se volvieron cada vez más erráticas y desproporcionadas. “Actualmente puede llegar a llover mucho y de forma muy rápida durante un mes y dejar de llover durante mucho tiempo, lo que provoca que perdamos las cosechas”, afirma.

Ahora, junto con otras cuatro personas del pueblo, forma parte del Comité de Alerta Temprana. Cada día, 15 minutos antes de las 20.00 horas, envían a la radio local el parte recibido por teléfono desde Ouagadougou y sus recomendaciones, y así las familias campesinas acceden a las previsiones meteorológicas de los próximos días y a consejos para hacer frente a esa incertidumbre. Nabonswendé se ha convertido en un referente para la población: “El pueblo cada vez confía más en nuestras informaciones, y ya desde hace algún tiempo no pasa un día sin que la gente venga a preguntarme sobre el clima”.

© Pablo Tosco