Diyala

El lago Hamrin, en el este de Irak, era el principal depósito de abastecimiento de agua de los municipios y aldeas de la gobernación de Diyala, pero en los últimos dos años los niveles han registrado mínimos críticos. Esto ha afectado a agricultores, ganaderos y pescadores de toda la región.

La escasez de agua amenaza el futuro de millones de personas en el país de los ríos Tigris y Éufrates. En el verano de 2021 se registraron temperaturas extremas de 51 °C en Irak, donde la temperatura media ha aumentado en casi 2,3 °C desde finales del siglo XIX, el doble del promedio mundial. Además del impacto de la crisis climática, en la desaparición del lago Hamrin también ha intervenido la política hídrica de Irán. Irak afirma que el país vecino ha construido una presa en el curso del río Alwand –afluente del Diyala– antes de que este atraviese las montañas que ejercen de frontera natural entre ambas naciones. El Gobierno iraquí también acusa al régimen de los ayatolás de haber modificado el curso de algunos ríos para que sigan fluyendo dentro de territorio iraní.

En la imagen vemos a Ahmad, campesino de la región iraquí de Diyala, en medio de lo que en el pasado fue el lago Hamrin.

© Pablo Tosco